El acondicionamiento acústico, definido de una manera informal, trata de hacer que dentro de una sala concreta, la calidad del sonido sea adecuada. Sea cual sea la sala y sea cual sea el sonido.
Desde una opera (uno de los cálculos más complejos de acondicionamiento acústico) hasta un restaurante (en el que tenemos a la propia gente como foco de ruido y a su vez como receptores. En este caso trataremos de acondicionar la sala del restaurante para que no haya excesiva reverberación y se note menos “alboroto” en el mismo.
Diferenciamos entre el aislamiento acústico y el acondicionamiento acústico en que el primero trata de evitar que el ruido de un recinto pase a otro recinto y el segundo trata de que el ruido de un recinto sea lo más agradable posible.
Existen también una infinidad de materiales para acondicionar acústicamente una sala y el uso de uno u otro dependerá de las características iniciales que tenga la sala y del uso final que se le vaya a dar a la sala.
La reverberación es uno de los factores más importantes que hay que tener en cuenta a la hora de acondicionar acústicamente un recinto y según la finalidad y el uso que se le vaya a dar a la sala, se decidirá cual es la mejor solución para acondicionarla acústicamente y controlar su tiempo de reverberación. El tiempo de reverberación ideal, dependerá del uso de la sala, pero normalmente suele estar por debajo de los 1,5 segundos.
Los componentes que se utilizarán para reducir el tiempo de reverberación dependerá de sus propiedades fonoabsorbentes teniendo en cuenta la capacidad de absorción por bandas de frecuencia ya que un material concreto puede ser muy buen absorbente en altas frecuencias pero muy mal absorbente en bajas frecuencias, como suele ser habitual.
Desde Teleacustik Ingenieros le propondremos reducir esa reverberación a través de materiales adecuados a las características iniciales de su local y a la finalidad de uso del mismo.